Cerca de terminar el entrenamiento damos lo mejor de nosotros, es nuestro último esfuerzo. Al hacer un movimiento brusco escuchamos un chasquido en la rodilla. El dolor es intenso, caemos al suelo y se acabó la práctica. La rotura de ligamento de la rodilla es una de las afecciones más frecuentes entre los deportistas y también causada por accidentes. El dolor de rodilla no siempre implica una rotura de ligamentos, pero es una de las causas mas frecuentes de visita en el área de traumatología y ortopedia.
El dolor de rodilla
Varios factores influyen para que el dolor de rodilla se presente en algún momento de la vida: posibles artrosis, exceso de peso, accidentes de tránsito, accidentes de trabajo, grandes esfuerzos o por malos movimientos en el momento de los entrenamientos.
Luego de una evaluación médica, se deben aplicar tratamientos emergentes; previo a que se presente algún hematoma: aplicar hielo (nunca de forma directa para evitar quemaduras en el área), reposo por un mínimo de 24 a 48 horas, inmovilización parcial con vendas que permitan la circulación y elevación de la extremidad por varios días. Si estos tratamientos no surten efecto o el especialista considere necesario, se harán otras evaluaciones como radiografías o resonancia magnética. Esto para determinar la gravedad de la lesión.
Solución para la rotura de los ligamentos de la rodilla
Cuando existe una rotura de los ligamentos, la solución: cirugía acompañada de terapia física para mejorar la flexibilidad; si bien con las medidas emergentes se pueden solucionar los síntomas, apenas se trate de regresar a la actividad normal se puede volver a presentar el dolor.
La cirugía es un procedimiento que se realiza en el área de traumatología con el paciente consciente. La anestesia es solo en la parte baja del cuerpo. Por la gran complejidad estructural, los resultados pueden no ser definitivos o son parciales.