top of page

Conoce los signos y síntomas de la Osteoartritis de cadera (coxartrosis)

Actualizado: 28 jun 2023


foto: bbc.com


Introducción


La coxartrosis u osteoartritis de cadera se encuentra entre las afecciones mas frecuentes e incapacitantes que afectan a la población de 40-70 años de edad, aproximadamente el 10% de los hombres y al 18% de las mujeres son afectados.


La incidencia de la osteoartritis de la cadera está aumentando debido al envejecimiento de la población y a la obesidad.


Se han identificado múltiples factores de riesgo, incluidos la edad, la obesidad, la genética, los factores de riesgo relacionados con la actividad y otros.


El examen radiológico de la cadera incluye una radiografía anteroposterior (AP) de la pelvis y una radiografía lateral de la cadera sintomática. La radiografía pélvica permite la evaluación de toda la cintura pélvica, proporcionando una visión general de toda la región. La utilidad de las imágenes en la evaluación de la osteoartritis es triple: diagnóstica, estatificación de la enfermedad y pronóstica.

La artroplastia de cadera es un procedimiento altamente rentable para las personas con osteoartritis de cadera en que no responden a enfoques de manejo conservador.


Datos epidemiológicos


En un destacado estudio de la población de los EE. UU., se notificó una prevalencia de artrosis sintomática de cadera del 13,2% en adultos de 45 años o más, con un 27% que muestran signos radiológicos de enfermedad; la prevalencia fue ligeramente mayor entre las mujeres.


Una revisión sistemática de la prevalencia radiográfica de osteoartritis de cadera demostró un aumento en la prevalencia media con la edad avanzada tanto para hombres como para mujeres. Los hombres tienen una mayor prevalencia de osteoartritis de cadera antes de los 50 años, mientras que las mujeres tienen una mayor prevalencia a partir de esta edad.


Etiología


La osteoartritis de cadera sugiere una patología que puede estar relacionada con causas inflamatorias, traumáticas y metabólicas (osteoartritis secundaria). Sin embargo ante la ausencia de una patología subyacente, el estrés biomecánico patológico puede ser causado por la presencia de factores de riesgo tanto a nivel articular como personal (individual), desempeñando un papel central en el inicio y la conducción de la patogénesis de la osteoartritis. Un nuevo concepto abordó los casos restantes de artrosis de cadera, los llamados de causa idiopática, en los que se podía encontrar una deformidad leve, o incluso inexistente a los ojos de los observadores.



Factores de riesgo


Los factores de riesgo para la osteoartritis de cadera se pueden dividir en: factores a nivel articular (morfología articular, musculatura periarticular de la articulación de la cadera, lesiones labrales), y factores de riesgo individuales (propios de cada persona como la edad, sexo, peso, genética, ocupación, actividad física o deportiva), con la advertencia de que estas dos categorías de factores de riesgo no existen independientemente uno del otro, por el contrario, los factores de riesgo a nivel articular pueden considerarse la base etiológica para el desarrollo de osteoartritis de cadera, mientras que los factores de riesgo individuales contribuyen al desarrollo de osteoartritis de cadera indirectamente al aumentar la susceptibilidad a los factores de riesgo a nivel articular.


Diagnóstico


La osteoartritis de cadera a menudo se puede diagnosticar solo con la presentación clínica, aunque las investigaciones por imágenes pueden ser útiles tanto para confirmar un diagnóstico como para monitorear la progresión de la enfermedad


Síntomas y signos


Se caracteriza por un dolor en el pliegue inguinal que puede irradiarse a la cara anterior del muslo y de la rodilla produciendo en el paciente la sensación de un dolor muscular, incluso manifestarse por un dolor aislado de la rodilla.


El dolor es caracterizado por ser mecánico que se agrava con el apoyo prolongado y la carga de peso, este calma al acostarse el paciente. El dolor puede aparecer en la noche y lleva a pensar del grado avanzado de la patología.


La intensidad del dolor no es proporcional a la magnitud de las lesiones que revela la radiología.

Cualquier síntoma o característica de la discrepancia en la longitud de la pierna debe observarse cuidadosamente, así como los problemas concurrentes que afectan las caderas, rodillas y la columna, así como procedimientos quirúrgicos previos.


Examen físico


Los hallazgos físicos más frecuentes son los siguientes: dolor de cadera, dolor en la ingle con la cadera en abducción o aducción, debilidad muscular, disminución de la aducción de cadera y disminución de la rotación interna.


El examen estandarizado incluye el cálculo del IMC, que se sabe que es un factor de riesgo para la osteoartritis de las extremidades inferiores. Se ha demostrado que la rotación interna restringida de la cadera es predictiva de la presencia de artrosis de cadera.

Exámenes complementarios


Se pueden utilizar múltiples imágenes y modalidades de laboratorio para investigar a un paciente que presenta sospecha de osteoartritis de cadera. Las imágenes de rayos X siguen siendo el estándar de oro para investigar pacientes con artrosis de cadera, es una modalidad económica y de fácil acceso disponible en todo el mundo, aunque la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) ahora son técnicas complementarias de uso común. Los ensayos hematológicos y bioquímicos se utilizan principalmente para descartar los diagnósticos diferenciales, como la artritis infecciosa y gota.







Manejo


Lamentablemente, el tratamiento de la artrosis de cadera sigue siendo reaccionario y paliativo. El tratamiento comienza después del inicio de los síntomas, momento en el cual la enfermedad generalmente está bien establecida y ya se ha producido un daño articular significativo.

La atención se centra en el manejo de los síntomas, que generalmente solo es moderadamente efectivo. Las intervenciones que modifican la enfermedad, aunque han sido objeto de una gran cantidad de investigación, hasta ahora han sido esquivas en la artrosis de cadera.


Eventualmente, el reemplazo total de cadera o artroplastia total de cadera, que si bien es altamente efectivo para aliviar los síntomas, ocurre a un costo considerable y con riesgo de morbilidad.

Un cambio para enfocar los esfuerzos de investigación e intervención de salud pública en la prevención primaria puede ser la clave para mejorar el modelo actual para el manejo de la artrosis de cadera.

Tratamiento conservador no farmacológico


Un programa de ejercicio que no involucra actividades de alto impacto generalmente se recomienda y se asocia con la reducción del dolor. Los ejercicios acuáticos también mejoran la función. Los ejercicios que fortalecen y estiran los músculos alrededor de la cadera pueden apoyar la articulación de la cadera y aliviar la tensión de la cadera.


Tratamiento farmacológico


Se han producido una cantidad de diferentes compuestos farmacológicos con el objetivo de tratar la osteoartritis, aunque pocos ensayos se han centrado específicamente en la osteoartritis de cadera.


Los tratamientos farmacológicos incluyen los administrados por vía tópica, oral y por inyección intraarticular. Algunos tratamientos tienen como objetivo aliviar los síntomas solos, mientras que otros, los medicamentos para la osteoartritis modificadores de la enfermedad (DMOAD) por sus siglas en inglés, intentan alterar el curso de la enfermedad.


Tratamiento quirúrgico


Artroscopia de cadera


Los estudios sobre el uso de la artroscopia en la artrosis de cadera no son de alta calidad. La artroscopia, que se realiza principalmente durante las primeras etapas de osteoartritis, proporciona un alivio temporal y se asocia con una alta tasa de conversión a una artroplastia total de cadera.

Artroplastia total de cadera (ATC)


Se produce a un costo considerable para las personas y la economía de la salud, varios análisis de costo-beneficio han demostrado que el ATC es un procedimiento altamente rentable para las personas con osteoartritis de cadera que no responden a enfoques de manejo conservadores. A los 10 años posteriores a la ATC, más del 95% de las caderas implantadas siguen funcionando, y esta cifra permanece por encima del 80% después de 25 años.

Después de un curso de terapia conservadora fallida, la investigación sugiere que los resultados del paciente mejoran cuando el ATC se somete rápidamente en lugar de esperar hasta que la afección se deteriore aún más, ya que la mala función preoperatoria se correlaciona con una peor función postoperatoria.




Seguimiento y rehabilitación postquirúrgica


La funcionalidad postoperatoria de la endoprótesis de cadera está estrechamente relacionada con la fisioterapia adecuada. En la actualidad, la fisioterapia postoperatoria no siempre está correctamente realizada, esto puede conducir a una recuperación subóptima. Estudios enfatizaron la necesidad de fisioterapia postoperatoria inmediata e intensiva.


Además, demostraron que esta fisioterapia no necesita realizarse en un entorno formal; un programa en el hogar podría funcionar también; y que un programa de rehabilitación en el hogar parece ser seguro y eficaz para la mayoría de los pacientes sometidos a ATC. Un programa basado en el hogar puede mejorar la adherencia, que a menudo está influenciada por aspectos como la falta de motivación, el esfuerzo y los costos de viajar, y la preferencia por la privacidad del entorno del hogar.

Bibliografia.

1. Murphy NJ, Eyles JP, Hunter DJ. Hip Osteoarthritis: Etiopathogenesis and Implications for Management. Adv Ther. 2016;33(11):1921–46.

2. Glyn-Jones S, Palmer AJR, Agricola R, Price AJ, Vincent TL, Weinans H, et al. Osteoarthritis. Lancet. 2015;386(9991):376–87.

3. Piuzzi NS, Manner P, Levine B. American Academy of Orthopaedic Surgeons Appropriate Use Criteria: Management of Osteoarthritis of the Hip. J Am Acad Orthop Surg. 2018;26(20):e437–41.

4. Mourad C, Omoumi P, Malghem J, Vande Berg BC. Conventional Radiography of the Hip Revisited: Correlation with Advanced Imaging. Magn Reson Imaging Clin N Am. 2019;27(4):661–83.

5. Chandrasekaran S, Lodhia P, Suarez-Ahedo C, Vemula SP, Martin TJ, Domb BG. Symposium: evidence for the use of intra-articular cortisone or hyaluronic acid injection in the hip. J Hip Preserv Surg. 2016;3(1):5–15.

6. Rees HW, Barba M. AAOS Clinical Practice Guideline: Management of Osteoarthritis of the Hip. J Am Acad Orthop Surg. 2020;28(7):e292–4.

7. Hoogland J, Wijnen A, Munsterman T, Gerritsma CLE, Dijkstra B, Zijlstra WP, et al. Feasibility and patient experience of a home-based rehabilitation program driven by a tablet app and mobility monitoring for patients after a total hip arthroplasty. JMIR mHealth uHealth. 2019;7(1):1–9.

3176 visualizaciones0 comentarios
bottom of page