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Clínica Toa

3 Consejos prácticos cuando tengas un esguince de tobillo


FOTO: CLUBSALUD24HORAS


¿Qué es el esguince o torcedura de tobillo?


El esguince de tobillo es posiblemente la lesión más frecuente en los servicios de urgencias, y consiste en estiramientos de las fibras ligamentarias que pueden ir desde una ruptura parcial hasta completa. El tobillo o articulación tibioperoneo astragalino es una zona anatómica cubierta por múltiples ligamentos y además de tendones quienes brindan estabilidad durante la movilidad y la marcha, epidemiológicamente el 85% de los esguinces afectan al ligamento lateral externo (LLE), lesionándose fundamentalmente el ligamento peroneoastragalino anterior (LPAA), y hasta el 44% de los lesionados presentan algún tipo de secuelas un año después (dolor, inestabilidad mecánica o inestabilidad funcional).


¿Por qué se produce?


Es una lesión que se produce con mayor frecuencia entre los 21-30 años de edad, posiblemente relacionado con un mayor incremento de la actividad deportiva en estas edades.

El mecanismo de lesión mas frecuente es el indirecto, es decir una actitud forzada del tobillo (prono-supinación más rotación externa acompañada de dorsi-flexion del pie) principalmente durante la marcha inestable o actividades deportivas.


¿Qué síntomas puede presentar?


- Dolor a la digitopresión del tobillo y pie

- Dolor a la movilidad activa y pasiva del tobillo y pie

- Puntos dolorosos en la inserciones tendinosas y ligamentosas

- Edema o hinchazón del tobillo y pie

- Equimosis o moretones

- Dificultad durante la marcha


¿Cómo se realiza el diagnóstico?


El diagnóstico es fundamentalmente clínico y se basa en la anamnesis y en la exploración mediante maniobras «dinámicas» (prueba del cajón anterior, de la inversión forzada y de la rotación externa forzada). La radiología puede ser de gran ayuda a la hora de descartar la existencia de lesiones óseas asociadas (reglas de Ottawa) o roturas completas ligamentosas.


Clasificación de esguince o torcedura de tobillo


· GRADO I (desgarro parcial de un ligamento): existe dolor, cuya intensidad puede ser muy variable según los casos, y que suele aparecer tras un periodo de menos dolor. La impotencia funcional no existe o es mínima y existe poca tumefacción de la zona. No hay inestabilidad articular.


· GRADO II (desgarro incompleto de un ligamento con incapacidad funcional moderada): hay dolor a la palpación sobre las estructuras lesionadas. Existe tumefacción precoz por el edema de partes blandas, y equimosis en las primeras 24-48 horas. La impotencia funcional es moderada. Existe inestabilidad articular que se pone se manifiesto con las maniobras de movilidad pasiva.


· GRADO III (rotura completa y pérdida de integridad de un ligamento): la tumefacción por el edema y el hematoma local es inmediata tras el accidente. La equimosis es también precoz. El dolor es intenso desde el principio, con percepción clara de la gravedad por parte del paciente. Existe impotencia funcional total, con imposibilidad para el apoyo.


¿Cuál es el tratamiento?


El tratamiento consiste en:


1. Crioterapia inicial 72 h, movilización activa a las 24 h, vendaje con tela adhesiva.


2. A las 24 h se inicia fisioterapia a base de estimulaciones eléctricas.


3. A las 48 h ejercicios de propiocepción, estiramiento del tendón calcáneo y fortalecimiento con ligas.


4. Al poder realizar saltos sin molestias, se realiza trote y ejercicios en plano inclinado, de 10% de inclinación y 50 m de largo.


5. La última fase consiste en cambios de dirección y aceleración, así como saltos y ejercicios propios del deporte.


El tratamiento depende también del grado de lesión, si no se trata adecuadamente un esguince, se pueden tener síntomas residuales como dolor persistente, edema e inestabilidad crónica.


Los esguinces grado I en promedio tardan 10 días en regresar a su actividad deportiva y los esguinces grado II en promedio tardan 16 días de recuperación para reintegrarse al deporte. En el grado III se prefiere la reparación quirúrgica por la inestabilidad existente. Además el número de lesiones se podría disminuir con un programa de fortalecimiento y propiocepción, así como con el uso de tobilleras especiales.


Bibliografía:

Salcedo, I., Sanchez, A., Carreteroa, B., Herreroa, M., Mascíasa, C., y Panadero, FJ. “Esguince de tobillo. Valoración en Atención Primaria”. Medicina Balear21(3):32–36.

Rodríguez, M., y Echegoyen, S. “Manejo conservador de los esguinces de tobillo. Rev Fac Med UNAM Vol.45 No.6 noviembre-diciembre, 2002”.

Sánchez, F., Payá, E., Baixa, M., Galiana, A., y Berenguer, M. “ESGUINCE DE TOBILLO - Guía de Actuación Clínica en A. P. 2016”.

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